Muchos conocemos el surf por películas como “Soul Surfer”, “Le llaman Bodhi…” o lugares como Hawai o Indonesia donde los surfer@s no dejan de sorprender con sus maniobras a los aficionados o la impresión que genera el poder observar imágenes y vídeos de la ola más grande del mundo surfeada en Nazaré, un pueblo de Portugal. Pero cabe preguntarse si realmente merece la pena practicar surf y si es necesario acudir a esos lugares para practicarlo.

Para empezar, el surf es un deporte técnico e individual dado que depende de ti mismo y sobre todo de la naturaleza, lo cual hace que sea muy especial dado que muchos deportes no llegan a estar en constante contacto con esta. Nunca sabes lo que te puede pasar. Este deporte puede llegar a ser tan adictivo que se puede convertir en un estilo de vida. Kelly Slater, surfista profesional y uno de los mejores de todos los tiempos, llegó a decir en una entrevista: “no soy religioso pero el surf seria mi religión si la tuviera”.

Para los surfers, una ola puede asemejarse a una melodía en la que las notas se transforman en una serie de olas y en la que el surfer se convierte en el director de la orquesta, escogiendo de entre todas las olas las mejores para poder realizar sus giros y trucos con su tabla a esto se le añadiría la música afinada que se produce cuando, de pronto, una ola rompe, dejando un intenso olor a salitre. Una imagen digna de ver si tienes la fortuna de presenciarla y más si te encuentras en ese momento dentro del agua. Una vez que se coge una ola te recorre una sensación por el cuerpo que uno no puede ni llegar a describir es simplemente INCREIBLE.

Hay muchos factores que intervienen en la calidad de la ola y que condicionan esta: la dirección de swell (oleaje que se forma debido a perturbaciones atmosféricas, como el viento o las tormentas, con frecuencia muy lejos de la costa), el viento, la marea o el periodo entre olas…

El surf requiere también sacrificio por la persona que está en la tabla la cuál se verá recompensada con tal de ver una ola en el horizonte y en apenas 10 segundos mal contados, intentar aprovechar al máximo esta. En otras palabras, la belleza de la VIDA.

En este deporte es muy importante controlar el centro de gravedad del cuerpo sobre la tabla o lanzar los brazos hacia adelante para ganar más velocidad y una vez que se tenga dominado esto nos permitirá pasar con más facilidad a un nivel más avanzado.

Gracias al surf surgió el skate en la década de los 50 como medio sustitutivo a practicar sobre asfalto cuando no hubiese olas. Es por ello, que ambos deportes están muy relacionados debido a que ambos se completan al permitir este último mejorar la técnica del surf, así como perfeccionar determinadas maniobras. El surf skate es un patín que mediante este se pueden realizar giros más cerrados que una tabla normal obteniendo una sensación similar a como cuando te deslizas en una tabla de surf sobre una ola.

Por último, decir que el surf sirve como medio de escape frente a los problemas que pueda deparar la vida dado que el estar en contacto con el agua produce una sensación de fuerza en los momentos más duros, al igual que permite crear vínculos con la gente que esta en el agua, unos vínculos que perdurarán a lo largo de los años y que ambos no desparecerán conforme vayan pasando los años.

Por tanto, se podría decir que es necesario practicarlo para vivir una sensación inigualable pero que no hace falta irse tan lejos para practicarlo. Mismamente, en España, las playas que bañan el mar Cantábrico son ideales para practicar este deporte y dentro de estas cabe destacar San Lorenzo localizada en una bonita ciudad portuaria llamada Gijón en donde Lucia Martiño, campeona española de la primera liga Iberdrola FEsurfing, comenzó a practicarlo desde su adolescencia. Aparece en este lugar, Gijón Surf Hostel valorado por Hostelworld como uno de los diez mejores alojamientos del mundo. Álvaro y Alex, unas personas adictas al surf y que han encontrado una forma de amoldar su vida al surf, no solo os darán clases de surf, sino que además te permitirán obtener material para que individualmente se pueda practicar por cuenta propia tanto de tablas de surf como surf skate con los que se podrá mejorar esta técnica y todo esto a solo tres minutos de la playa más próxima con el único objetivo de aprovechar todo el tiempo de la estancia al máximo. Además, mediante el hostel te permitirá crear vínculos y conocer gente de diferentes lugares y hasta de otros países en los que tras surfear podrás disfrutar tomandote unas cervezas bien frías en una terraza en buena compañía mientras se admira la hermosa puesta de sol que se puede observar desde Gijón.

Además de esto Gijón Surf Hostel está llevando a cabo un proyecto a través de su plataforma RIP (Rest In Paradise SurfCo) para la conservación medioambiental. En dicha plataforma se ofrecen alternativas sostenibles a productos relacionados con el surf, el arte y la moda. Cabe destacar con respecto al surf, sus líneas de tablas ecológicas que además de ser sostenibles se caracterizan por su ligereza, durabilidad y lo mejor de todo, que es que estas se pueden personalizar.

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