Gijón, una de las ciudades más importantes del Principado de Asturias, se convierte en uno de los principales focos atractivos en verano con gran afluencia de turistas provenientes de todo el mundo que buscan nuevas experiencias visitando “la tierrina” (uno de los apodos que recibe la región).

Esta ciudad destaca no solo por su ambiente o su playa, sino también por su cultura y la historia que tiene detrás. Una de las mejores formas de conocer su cultura e historia es percibirla a través del arte que rodea esta ciudad. Por ello se propone realizar la ruta abajo descrita.

En esta ruta es recomendable hospedarse en un punto intermedio, aparece así Gijón Surf Hostel, situado a 2 minutos de la playa más cercana y caracterizado por el buen ambiente que le rodea. Cabe destacar que este hostel ha sido catalogado entre uno de los 10 mejores alojamientos del mundo según la página Hostelworld y cuyas bases se sientan siempre en comprometerse con el medioambiente. A destacar su buena comunicación con el centro de la ciudad con una parada de autobús a pocos metros del mismo.

La ruta consta de dos etapas.

 

Primera Etapa

Comenzaría en el puerto deportivo, donde nos encontraremos con una escultura de las letras de Gijón las cuáles son toda una atracción turística y resulta casi obligatorio el sacarse una foto con ellas. Desde aquí recorreríamos el muelle en dirección al rompeolas y la segunda parada sería “el árbol de la sidra” en el que exactamente 3200 botellas de vidrio verde logran dar forma a una escultura que se asemeja a un árbol; todo ello con un mismo objetivo, concienciarse con el reciclaje.

En frente de esta escultura se encuentra la estatua de Don Pelayo, todo un emblema en esta región debido a que tras la famosa batalla de Covadonga comienza el periodo de “la Reconquista” de España contra los musulmanes.

Un poco más adelante se encuentra uno de los sitios favoritos de la juventud para tomarse unos culines de sidra, “la Cuesta del Cholo”, donde se puede disfrutar de unas bonitas puestas de sol.

Subiendo luego hasta el Cerro de Santa Catalina, en sus orígenes antigua villa romana y en la segunda mitad del SXX acuartelamiento militar, se podrán contemplar dos esculturas:  “el Nordeste” y “el Elogio del Horizonte”. La primera fue realizada por Joaquín Vaquero Turcios, y la obra intenta recrear el viento más esperado en la ciudad que asegura un día soleado. El Elogio del Horizonte, obra fue ejecutada por Eduardo Chillida, se construyó tras comprar los terrenos al ejército y se encuentra situado encima de un bunker utilizado en la Guerra Civil española. Una  vez situados bajo el Elogio se puede escuchar el romper de las olas.

Bajando del Cerro por la dirección contraria se encuentra la iglesia San Pedro, las termas romanas de Campo Valdés y la estatua de Octavio Augusto, emperador romano que tuvo que venir a Asturias para poner fin a las guerras de Roma contra los cántabros y astures.

 

 

Siguiendo por el paseo de la playa San Lorenzo, conocido popularmente como “el Muro” y que tiene una longitud de 4km aproximadamente, está la Oficina de Turismo y la popular “Escalerona “; entre la escalera 18 y 19 de San Lorenzo hallaremos la escultura “Sombras de Luz” (conocida como “las Chaponas”) realizada por Fernando Alba Álvarez, formada por cuatro planchas verticales que se encuentran orientadas cada una de ellas a los cuatro puntos cardinales, y a las que se les ha perforado varios agujeros a través de los cuales se filtra la luz de forma diferente. Esta etapa se concluiría con el Reloj de Sol y el monumento a la Madre del Emigrante (la “Lloca” del Rinconín), realizada por Ramón Muriedas. La Lloca se trata de una obra sobrecogedora que representa la reacción de una madre al ver a sus hijos partir esperando su regreso que en muchos casos puede que no se produzca, de ahí que se le llame “la Lloca” haciendo referencia a que estaba loca de pena por los acontecimientos que estaban sucediendo. Tras hacer esta primera etapa se recomienda tomar un descanso, en el caso de hospedarte en Gijón Sur Hostel, para aprovechar para comer y más adelante proseguir la marcha.

 

Segunda etapa

Se reanudaría la marcha visitando la escultura “Solidaridad” situada en el parque del Rinconín y ejecutada por Pepe Noja, está realizada en acero inoxidable, son varios tubos cilíndricos anudados entre sí representando unión y libertad. Siguiendo la ruta la siguiente escultura será “los Cantos de los Días Huidos (los mármoles)” efectuada por Adolfo Manzano; el autor intenta con esta obra simbolizar las pequeñas cosas perdidas que alguna vez formaron parte de nuestro entorno para ello la lleva acabo usando nueve bloques de mármol apilados de manera desigual.

Más adelante se encuentra la penúltima parada, el monumento “Nunca Más”, considerado patrimonio histórico fue hecho en honor a las víctimas, sobre todo asturianas, que durante la Segunda Guerra Mundial perecieron en los campos de concentración, situado a cielo abierto, este monumento y sus alrededores intentan transmitir libertad y solidaridad. Pasando la playa de Peñarrubia y caminando aproximadamente 15 minutos nos situaremos en la última parada donde podremos encontrar el mirador de la Providencia donde podremos admirar tanto Gijón como su costa desde otra perspectiva. A escasos metros se encuentra una escultura en homenaje a Galileo Galilei.

Esta ruta de más de 7,5 Kilómetros y media nos permitirá además de hacer deporte comprender la historia y la cultura desde otro punto de vista pudiendo disfrutar del significado de las esculturas y de las hermosas vistas que nos va ofreciendo el camino al bordear parte de la costa asturiana. Otro punto positivo sería que su duración es de 2:30-3:00 horas aproximadamente. Una duración no muy prologando y si a eso se le añade la estancia en el hostel nos permitirá hacer las diversas actividades que ofrece. Por último y para concluir el día nunca está de mas visitar uno de los bares de cocteles situados cerca del hostel caracterizados por la buena música y el buen ambiente.